lunes, 23 de marzo de 2009
Y acá estamos. Y la verdad es que tendría que estar en un llanto, sabiendo que esto se termino para siempre, pero no, creo que lo que me dijiste cuando hablamos hace un rato me hizo darme cuenta que fuiste una persona totalmente opuesta a la que yo creía. ¿Te parece decirme las barbaridades que me dijiste? ¿Crees que me las merezco? ¿Qué te tocaría a vos entonces? No hay palabras. Me las arrancaste todas, me dejaste atónita. Al principio, no quería que perdiéramos el contacto, no quería dejar de hablar con vos, pero con todas las cosas feas que me dijiste, no te quiero ni ver. Pensé que íbamos a poder ser buenos ex novios, pero sos un bruto, porque es la verdad, creo que las cosas que me dijiste, me las dijiste de resentido, quiero creer que no sos consiente, igualmente, si lo sos, esto no te lo perdono. Todavía no puedo creer, que ayer me estuvieses diciendo que me amabas, y hoy me estés despreciando de una manera intolerable. Cuando abras los ojos, ya va a ser tarde, y sinceramente, no quiero ni tu amistad. Te perdone las mil y una. Me arrepiento tanto de haberte estado atrás para que volviéramos. Era en vano. Ya no te amo.
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